“Para algunos, el mundo del tatuaje puede ir más allá de una simple moda, puede ser una pasión, una forma de expresar sentimientos o la forma de ganarse la vida.”
(Tabú Latinoamérica – NatGeo)
Si bien, hoy en día, muchas personas lucen un tatuaje, son pocas las que profesan una pasión por ellos y lo demuestran abiertamente realizándose constantemente más, y en lugares cada vez más visibles. Es a ellos a quienes nos queremos acercar, en un afán de entender que los llevó a decorar su cuerpo de una forma para algunos considerada tan agresiva, tan invasiva. Pero también buscamos comprender como se ven ellos mismos, como se sienten cuando continuamente la sociedad los rechaza, los margina. Para ellos, el tatuaje es un arte, pero para muchos otros en el resto de nuestro país, se trata de marcas que los distinguen como vagos, desadaptados, criminales. Y siendo esa la visión que la sociedad tiene de ellos, es necesario remarcar que muchas veces son rechazados en trabajos que exigen una “buena presencia” o una vestimenta formal. ¿Entonces de donde consiguen el dinero para poder realizarse los tatuajes? Muchos de ellos se dedican a realizar tatuajes y piercings a otras personas, pero ¿es este un negocio rentable?
Claramente, la sociedad ha cambiado mucho. Hoy en día no se ve tan mal tener un tatuaje, es más, muchos jóvenes suelen realizarse uno por moda, pero no son parte del grupo de apasionados por el tatuaje. Dicho grupo no es una sociedad cerrada, no cuenta al parecer con una serie de ritos especiales que deberán ser cumplidos para ingresar al círculo, pero definitivamente si deben de tener gustos en común más allá del amor por los tatuajes. El estilo musical, el gusto por un tipo de ropa particular, la visión de la vida, la importancia del cuerpo, todo ello manifiesta un estilo de filosofía particular de los apasionados de los tatuajes. Una filosofía de vida que nos interesa descubrir.
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